A la hora de emprender un nuevo negocio o proyecto, no hay que olvidarse del fracaso empresarial, es decir, de la posibilidad de que el nuevo proyecto termine finalizando antes de tiempo, por la razón que sea.
Como dice Charles Pépin, en su libro Las virtudes del fracaso, “todo éxito es un fracaso
rectificado”.
El fracaso empresarial es consustancial a los nuevos proyectos de esta índole, de manera que sólo habrá fracaso si hay emprendimiento, mientras que el emprendimiento no implica necesariamente fracaso empresarial.
Hay muchas cifras y estadísticas que hablan del fracaso empresarial, todas ellas devastadoras, que afirman que un % muy elevado de empresas no habrán sobrevivido a sus primeros cincoaños de historia, y versiones similares del mismo trasfondo.
“CIFRAS Y ESTADÍSTICASQUE HABLAN DE PORCENTAJES MUY ELEVADOS QUE NO HABRÁN SOBREVIVIDO A SUS PRIMEROS 5 AÑOS DE ANTIGÜEDAD.”
Las dificultades que se puede encontrar un emprendedor, y que lo llevan a no tener éxito en su proyecto son varias: falta de recursos económicos, problemas de financiación, falta de materias primas, o recursos productivos de cualquier índole, y objetivos no logrados, pueden ser algunas de las causas que desembocan en un fracaso empresarial, una parte que siempre estará presente y que no puede negar cuando comienza su camino como emprendedor.
“FRACASO EMPRESARIAL: PROBABILIDAD REAL DE QUE EL PROYECTO TERMINE ANTES DE TIEMPO.”
Hablamos de fracaso empresarial cuando una empresa se ve obligada a cerrar, porque no puede generar suficientes ingresos para cubrir sus gastos. Las empresas establecidas tienden a fracasar debido a condiciones económicas, cambios políticos o decisiones de gestión. El fracaso de las nuevas empresas es
principalmente el resultado de una mala planificación, o toma de decisiones.
“ES CONSUSTANCIALCON LOS PROYECTOS DE EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL.”
Las condiciones económicas pueden provocar un fracaso empresarial, cuando los consumidores cambian sus hábitos de gasto, como durante recesiones, depresiones y tiempos de guerra. A medida que los consumidores pierden la confianza en el futuro de la economía, reducen el gasto para ahorrar dinero.
Compran solo lo que se necesitan y retrasan la compra de artículos más grandes, como automóviles, hogares y electrodomésticos. Las empresas deben tener suficiente efectivo disponible durante estos tiempos de inactividad económica para evitar el fracaso mientras esperan que los consumidores recuperen su confianza perdida y comiencen a hacer compras nuevamente.
La política influye en el fracaso empresarial cuando se crean nuevas leyes o regulaciones, que hacen que las empresas tengan que pagar impuestos más altos, o modificar productos o instalaciones. El clima político cambia constantemente, con grupos de consumidores que abogan por cuestiones como una mayor protección y un medio ambiente más verde. Estos cambios pueden afectar especialmente a las pequeñas empresas, ya que es posible que no puedan ajustar sus operaciones para seguir siendo rentables. Las empresas en industrias que son sensibles a las leyes y regulaciones cambiantes, como la atención médica y los seguros, deben tener planes de contingencia en caso de que se establezcan nuevas
políticas.
La mala planificación y la toma de decisiones son a menudo las causas del fracaso empresarial. Esto incluye la gestión que subestima el panorama competitivo, utilizando tácticas de marketing insuficientes o no investigando las tendencias del consumidor. Las amenazas de fallo pueden ser contrarrestadas si los gerentes detectan los problemas de antemano y desarrollan estrategias para prevenir la amenaza o reducir sus efectos. Si bien las empresas no tienen control sobre las razones económicas o políticas del fracaso empresarial, pueden disminuir la posibilidad de fracaso al contar con gerentes sólidos y planes estratégicos.
Prevenir el fracaso empresarial no siempre es posible. No importa el tamaño o la industria del
negocio, debe tener un sistema para detectar si el negocio está en camino al fracaso. Las empresas
deben tener estrategias para contrarrestar todas las amenazas internas y externas perceptibles. Si
el dueño de un negocio está al tanto de la legislación pendiente que puede perjudicar su negocio, debe encontrar inmediatamente formas de seguir siendo rentable en lugar de esperar hasta que se apruebe la legislación. Solo un equipo de gestión y planificación sólido pueden ayudar a una
empresa a evitar el fracaso empresarial.
Sin embargo, el fracaso puede ser un buen sinónimo de aprendizaje para los emprendedores y es
parte del proceso de la constitución de una empresa. De estas experiencias deben quedar
enseñanzas y hallazgos para no repetir en futuros proyectos.
Por lo tanto, el fracaso empresarial es un aspecto de nuestro proyecto que no debemos obviar
nunca, porque va a ser parte de dicho proyecto, a lo largo de toda su trayectoria. No olvidemos que todo proyecto debe sustentarse sobre la base de tres pilares fundamentales:
Técnico-productivo. Todo emprendedor de un nuevo proyecto debe tener conocimientos
técnicos y o productivos sobre el producto o servicio que quiere ofrecer al mercado. Por esta razón, en numerosas ocasiones, el emprendedor procede del mismo sector de actividad del
producto o servicio que ofrece. Sabe fabricar un determinado producto, o prestar un
determinado servicio, porque lo ha estado haciendo hasta hace muy poco tiempo en otra
empresa u organización similar. Un porcentaje muy alto de nuevos proyectos se genera de
esta forma: una célula que se disgrega de un proyecto anterior, igual o similar